En el año 2020, decidimos aventurarnos en el mundo del vino y fundar la bodega familiar. ¿La inspiración?
La idea de fusionar nuestro amor por la tradición vitivinícola con el calor de los lazos familiares.
Tradición y Vanguardia sobre suelo volcánico
Desde el principio, nuestra misión fue clara: crear vinos que no solo reflejaran el carácter de la región, sino también la esencia única de nuestra familia. No éramos enólogos de profesión, pero teníamos la determinación de aprender y la creencia de que las mejores historias se comparten alrededor de una buena copa de vino.
A lo largo de los primeros años, nos enfrentamos a desafíos comunes en el mundo vinícola, desde aprender sobre el cultivo de uvas hasta perfeccionar nuestras técnicas. La bodega se convirtió en un punto de encuentro familiar, donde las generaciones compartían sus conocimientos y experiencias para crear algo especial.
Cada botella que etiquetamos como "Bodega Tameran" es una representación auténtica de la tierra que llamamos hogar y del esfuerzo colectivo de cada participante. No pretendemos ser expertos, pero sí buscamos compartir nuestra pasión de una manera accesible y auténtica.
Mirando hacia el futuro, nos comprometemos a seguir aprendiendo y mejorando.
Invitamos a todos a unirse a nosotros en este viaje, a disfrutar de la simplicidad y autenticidad que ofrecemos en cada sorbo de nuestros vinos.
Microclima único y uvas autóctonas de alta calidad
Los viñedos están plantados con variedades autóctonas como Verdello, Marmajuelo, Baboso Blanco, Vijariego Blanco, Malvasía Aromática, MalvasÌa Volc·nica y Vijariego Negro.
Situada entre 600 y 700 metros sobre el nivel del mar, en laderas orientadas al sur, con suelos volcánicos arenosos. La vinificación es de bajo contacto: fermentación en barrica con levaduras autóctonas, seguida de crianza en barricas de gran formato. La idea es producir vinos minerales refrescantes que hablen del microclima único, los suelos volc·nicos y las uvas autÛctonas de la isla.
Cada botella cuenta una historia que comienza con la vendimia manual, un acto que simboliza el respeto por la tierra y las uvas que cultivamos con tanto esmero. La selección cuidadosa de cada racimo marca el inicio de nuestro compromiso con la calidad.
Desde la vendimia hasta la crianza, cada paso en nuestro proceso refleja nuestro compromiso con la calidad, la autenticidad y el respeto por la rica herencia vinícola que nos rodea.